MANAGEMENT CIENTÍFICO
- 1udem1
- 19 may 2016
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El Management científico se basa en la organización científica del trabajo ideada por Taylor. Se funda en diversas ideas, entre las que destaca el objetivo principal de conseguir la máxima prosperidad, tanto para el empresario como para sus empleados.
Con estas palabras se hace referencia, por una parte, a la situación del directivo y de su empresa, la cual tiende no sólo a la obtención de mayores beneficios, sino también al aumento del rendimiento y en el perfeccionamiento de cada uno de los sectores que la componen, en modo de conseguir así una prosperidad permanente.
Por otro lado, se hace referencia también al trabajador, el cual recibe salarios más elevados de la media y permite a cada uno alcanzar sus máximas posibilidades de eficiencia, es decir, que desarrollan sus cualidades naturales al máximo.
Esta prosperidad sin embargo es sólo alcanzable cuando se da una cooperación entre empleados y directivos, cosa que en realidad es difícil en la actualidad puesto que la opinión más difundida parece ser la imposibilidad de que existan intereses comunes entre ambos al ser antagónicos, tendiendo siempre a la guerra de los unos contra los otros.
Establecer este modo de pensar es fácil para una empresa pequeña, pero cuanto más grande y compleja sea la empresa menos mentalidad de unión hay entre ambas partes, aunque aun así sigue evidente que para lograr los objetivos propuestos es necesaria la colaboración y no la búsqueda individual de los propios intereses. La máxima prosperidad, de hecho, sólo puede conseguirse a través de la más elevada productividad ya sea de hombre que de máquinas, a no ser que la producción de los competidores sea incluso mayor, impidiendo pagar a sus empleados salarios mayores.
En cualquier caso, para aumentar la producción es fundamental, ya sea para los trabajadores que para el Management, el adiestramiento y la formación de todos los individuos que componen la empresa con el objetivo de conseguir el máximo rendimiento que sus capacidades naturales le permiten de manera eficiente y en el menor tiempo posible.
A la hora de tratar los métodos existentes para desarrollar una determinada actividad, sería lógico pensar que las técnicas usadas actualmente son el resultado de un proceso evolutivo en el que se han ido desechando los métodos poco eficaces, conservándose y usándose los mejores y más adaptados a cada uno de los oficios.
Esto sin embargo no es así, puesto que existen una infinidad y heterogeneidad de los métodos empleados a la hora de desarrollar una actividad laboral. No hay una única técnica usada universalmente como modelo, dado que los métodos usados se deben a una transmisión oral o incluso al aprendizaje inconsciente resultado de la observación personal. Estos procesos nunca han sido codificados, descritos o analizados sistemáticamente y, aunque naturalmente los métodos transmitidos han ido mejorando de una generación a otra e incluso constituyen la ‘’posesión principal’’ de cada obrero cualificado, son informaciones empíricas normalmente ignorados por el management.
Si el empresario desea obtener la iniciativa de sus subordinados, es necesario seducirles con la idea de un ‘’incentivo especial’’ por encima de lo normal en la industria, como podrían serlo una posible promoción rápida, salarios más elevados, menos horas de trabajo, etc.
Este incentivo no debe, sin embargo, quedarse en eso puesto que adquiere gran importancia la consideración personal hacia los empleados y el establecimiento de relaciones amistosas con ellos a través del interés por su bienestar. En otras palabras, es necesaria una relación que vaya más allá del tratar a los trabajadores como meras máquinas, así como la existencia de un incentivo que sea no sólo económico sino también emotivo. De esta manera se obtendrá por parte de los trabajadores lo mejor de su iniciativa gracias a la relación establecida con el directivo así como de la existencia de un incentivo especial.
El trabajo y las responsabilidades son casi equitativamente repartidas entre Management y obreros: el primero toma aquellas responsabilidades para las cuales está más capacitado que sus obreros, mientras que antes era el trabajador el que tenía que cargar con todo. Es decir, se combina la iniciativa de los trabajadores con nuevas responsabilidades y tareas por parte del Management, lo cual hace del sistema científico un método mucho más eficiente.
Es el último apartado en especial el que marca la diferencia con el método de iniciativa-incentivo, puesto que el antiguo sistema hacía recaer en los empleados toda la responsabilidad de tareas que resolvían según su propio juicio, mientras que con el método nuevo, gracias a la ciencia creada por el Management, el desarrollo de las actividades se realiza según reglas, fórmulas y leyes que sustituyen el juicio del trabajador que sólo podrá ser aplicado una vez haya sido analizado y registrado. Se necesita por lo tanto un individuo que estudie y planifique el trabajo y otro que lo ejecute.
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